Cuando estamos saludables, tenemos más energía, un ánimo mejor y una mayor capacidad para hacer las cosas. Cuidarse a uno mismo es un regalo para nosotros y para los que nos rodean. Si cuidas de ti, también estás cuidando de los demás, y esto es algo bueno.
La salud es una de las cosas más importantes que podemos tener. Cuando estamos enfermos, cansados o apáticos, nuestro trabajo, nuestra familia y nuestras amistades sufren. Esto se debe a que no podemos dar nuestro mejor esfuerzo, no podemos estar ahí para los demás y no podemos aportar algo positivo a nuestras relaciones.